¡Hola amigoneji! Hace un tiempo te conté la experiencia de Laura como casa de acogida. Actualmente sigue haciéndolo y sigue tan enamorada de ellos como siempre. Pero esta vez quiero hablarte en primera persona porque hasta el momento ya hemos sido casa de acogida de dos  cinco conejos: Liam, Vera, Mon, Abril y Rita y de unos cobayitos.

Así que en este post te quiero hablar de qué se hace como casa de acogida, qué necesitas y sobre todo, cómo te sientes siéndolo.

David y yo somos voluntarios del santuario de conejos (el primero de toda España) La Vedruna. En aquel momento necesitaban una casa de acogida para un pequeñín que habían abandonado en el campo y habían recogido hace poco. Las cuarentenas estaban a tope y quisieron confiar en nosotros para cuidarle durante un mes (que al final fueron dos mesecitos de amor).

Así que en agosto de 2021 acogimos en casa a Liam. Tuvimos el gran honor de poderle poner nosotros el nombre y como vimos que era un conejito muy movido (tenía apenas 2 o 3 meses), le consideramos un pequeño liante. Y entonces pensamos que «Liam» ´sería un buen nombre para él, aunque muchas veces le llamábamos «Liam-T» (siempre nos gustaron los juegos de palabras). Siempre habíamos querido ser casa de acogida, pero por circunstancias nunca habíamos podido…hasta ahora.

Liam_casa_acogida_conejos-Viviendo_con_un_conejo

¿Qué es ser casa de acogida de conejos?

Ser casa de acogida significa ser un hogar temporal para aquel o aquellos conejos que necesiten la tranquilidad de una casa para recuperarse o mientras se le encuentra su hogar definitivo. Normalmente estos plazos se establecen junto a la protectora de manera que ambas partes tengan claro el compromiso que se adquiere.

Si ya vives con otro conejo no es muy aconsejable que hagas una socialización. Ya que el proceso de socialización puede ser bastante estresante para ambas partes. Si el conejito va a estar solo unos meses no vale la pena para ellos, ni tampoco para ti. Así que necesitarás un espacio aparte donde pueda estar cómodo, libre de peligros y con mucho espacio para disfrutar la estancia. 

¿En qué consiste ser casa de acogida?

Esto dependerá de cada protectora/asociación/etc. En general las propias asociaciones se suelen hacer cargo de todos los gastos veterinarios. En algunas ocasiones también de la alimentación, pero hay que tener en cuenta que estos refugios no reciben ayudas más que las solidarias, así que si puedes echar una mano en ese sentido, sería genial.

Uno de los compromisos para ti será llevar al veterinario que te indiquen cuando le toque e ir dando información sobre cómo está el peque. Como verás, no es más que cuidar del conejito que lo necesita durante un tiempo determinado atendiendo sus necesidades y dándole amor. En algunos casos puede que el animal llegue a casa con miedos, así que es importante también que haya un ambiente positivo a nivel emocional para que deje atrás su pasado y sus miedos. O simplemente para que se acostumbre a vivir en un piso con otros humanos. Dependerá de casa caso.

Vera_casa_acogida_conejos

Casa de acogida de Vera, Mon, Abril, Rita y La Banda del Cacahuete

Además de Liam, hemos sido casa de acogida de Vera, una conejita de dos meses que nació en La Vedruna después de que su mamá fuera rescatada de un infierno. Ella y sus hermanos ya tienen hogar definitivo, así que todo el trabajo valió la pena.

Aquí hago un inciso para contarte que La Vedruna empezó como refugio a rescatar y dar en adopción. Un tiempo después decidieron pasar a ser santuario, con lo cual los animalitos que entraban en La Vedruna ya no se irían adoptados. Pero ante el crecimiento incesante de casos de abandono, decidieron crear un proyecto paralelo, Petita Vedruna, donde a través de casas de acogidas podrían dar en adopción a conejitos que necesiten un hogar.

De esta manera, Vera llegó a nuestras vidas. Durante casi dos meses fuimos su casa de acogida hasta que se fue adoptada con una familia estupenda. Vera ha sido una conejita muy tranquila pero a la vez muy exploradora. Llegó a casa unos meses después de que Lala falleciera. Así que muchísimas veces se nos escapaba llamarle Lala. Ciertamente se parecen un poco en carácter, aunque como ya te he comentado muchas veces, no hay dos conejitos iguales.

Unos meses después, también fuimos casa de acogida de Mon, una conejita que desde el primer día me robó el corazón. Ella vino de un caso horrible de un criadero en Galicia que cerró y, con ello, todos los animales que estaban siendo explotados allí para la venta quedaron totalmente a su suerte. Desde Galicia, el Santuario Vaca Loura coordinó con varios santuarios la salida de los animales y así es como Mon llegó a La Vedruna. Y de allí a nuestra casa. Una conejita que había sido forzada a ser madre muchas veces, una conejita cariñosa y confiada en cuanto tuvo la oportunidad. Hoy vive con una familia maravillosa y un hermanito que la quiere muchísimo.

Y más tarde, hemos sido casa de acogida de Abril. Esta historia también me conmovió mucho por la dureza de la realidad. Resulta que Abril fue rescatada por La Vedruna hacía tres años y marchó adoptada con tan solo seis meses a una familia. Tres años después y por motivos personales (sin comentarios) la pareja que la tenía decidió que ya no podían vivir más con ella. Abril es sorda de nacimiento y es un amor. Prefiere los mimos a comer ¡y eso que come muchísimo! así que en seguida creé un vínculo con ella. Me sabía tan mal que hubiera pasado por una casa donde supuestamente viviría para siempre y acabar de nuevo en el santuario…afortunadamente, al cabo de tres meses con nosotros ya encontró familia de adopción definitiva, esta vez sí. Y también con un hermanito peludín que la acompañará para siempre.

Un tiempo después, un caso de La Vedruna nos sobrecogió a todas las personas que seguimos su trabajo. Una señora mayor se encaprichó de una conejita y la tuvo en su casa durante seis años…en la jaula. Sin salir, sin cuidados apenas, impactaba mucho ver cómo de largas tenía sus uñas, viendo eso te podías imaginar cómo había sido su vida. Cuando esta señora falleció, su hijo no quiso tampoco hacerse cargo de ella, así que contactó con el santu y así empezó la segunda vida de Rita. Por aquel entonces nos ofrecimos a acoger de nuevo y dijimos que nos daba igual quién viniera, quien más lo necesitara. Y se pensó en que Rita merecía estar en una casa donde tuviera mimos y los cuidados que siempre había merecido. Y así es como Rita fue nuestra quinta coneja en acogida. Fue muy especial, estábamos muy sensibilizados con su caso y además es una conejita muy simpática y mimosa, ¡recuerdo que incluso saltaba para coger la comida de nuestra mano! Después de un par de meses, una familia de Valencia la adoptó y ahora vive con un hermano conejito que seguro le ha hecho olvidar un poco su pasado encerrada.

En junio de 2024 nos embarcamos en una nueva acogida, pero esta vez ¡de cobayas! Un caso de abandono masivo de cobayas en un solar en Valencia hizo que La Vedruna ayudara y acogiera a varias cobayas (que algunas, claro está, venían embarazadas). Así que necesitaban refuerzo con casas de acogida y así entraron en nuestras vidas Níquel, Calci y Magnesi (estos dos últimos hermanos). Tres cobayos hijos de dos cobayitas que se rescataron de aquel solar, justo de un mes de edad. Bueno, ¿y ahora qué? ¡Si no tenemos idea de cobayas! Pues nos tocó hacer un intensivo viendo vídeos en YouTube, leyendo blogs y poniéndole muchas ganas y cariño. Y así llevamos unos meses con ellos de acogida mientras crecían y se podían castrar. Ahora mismo La Banda del Cacahuete como les bautizó David están a la espera de encontrar una familia definitiva de adopción. Seguiremos informando.

Por orden: Mon, Abril, Rita y la Banda del Cacahuete (Níquel «Nicky», Magnesi «Nesi» y Calci «Cal»)

¿Cómo es ser casa de acogida?

Exacto, ya te he contado qué hay que hacer. Pero, ¿cómo se siente una siendo casa de acogida? ¿da pena? ¿te encariñas? ¿es duro?

Pues sí, te encariñas. Bastante, además. Pero es justo lo que necesita ese conejo, alguien que le cuide como si fuera de su familia. Porque durante ese tiempo, serás su familia. Créeme que es precioso pasar tiempo con ellos, verles cómo van confiando, conocer su personalidad (te das cuenta cómo cada conejo es tan distinto uno de otro aunque se parezcan aparentemente). Es verdaderamente un lujo poder tener la oportunidad de vivir con ellos durante un tiempo.

También tienes que tener en cuenta que, dependiendo del caso y de cómo llegue el coneijto a casa, necesitará quizá medicación, curas o estar pendiente de él a nivel de salud (más de lo habitual, claro). Todo esto te lo tendrán que comentar antes de empezar el proceso.

viviendoconunconejo_casadecogida_despedida

 ¿Es muy duro despedirte de ellos?

¿Es duro? No te diré que es sencillo despedirte. Para mí, que soy una persona muy sensible y que coge apego fácilmente a los animales, no fue fácil decirle adiós a Liam. Pero la verdad es que tampoco fue tan difícil como imaginé que podría ser. Desde el principio que empezamos a compartir casa con Liam tuve claro que sería temporal. Eso no le quitaría nada de valor a su estancia en casa, pero sí protegería mi corazoncito.

Efectivamente cuando marchó Liam, nos quedamos tristes porque no volvería a estar en casa haciendo sus pequeñas gamberradas, tumbándose cerca o pidiendo mimos. Pero (y este pero es súper importante) tu labor acaba aquí. A partir de ese momento empieza una nueva vida: en el caso de Liam fue viviendo super a gustito en La Vedruna con muchos amiguitos. En el resto de conejitas de acogida, en una nueva casa donde las esperaban con mucho amor y con otro compi para formar una familia de 4. Si dejas el ego a un lado, sabrás que cuando te ofreciste a ser casa de acogida tenía un principio y un final e igual que el principio lo viviste con alegría e ilusión, este final es su nuevo principio, con lo que es un motivo de alegría máxima.

Con todas las demás pasó igual, llegó el día y nos dió mucha pena, a pesar de que conocimos a sus mamineja y papinejos nuevos y vimos que se iban a un hogar lleno de amor y dedicación. No te voy a engañar, una lagrimilla siempre sale, ¿pero no es acaso precioso querer de esta manera tan desinteresada? A Liam todavía podemos verlo cuando vamos de voluntariado y tanto a Vera como a Mon, Abril o Rita podemos verlas en fotos y ver cómo avanza su socialización con sus nuevos compis, así que estamos super contentas.

Liam_LaVedruna_Casa_acogida_conejos

Liam viviendo la gran vida junto a Tala y Ámbar, sus compis de La Vedruna

Conclusiones y consejos

Muchas asociaciones necesitan de casas de acogida para poder seguir adelante con su proyecto. Son muchísimos los casos de conejos (y otros pequeños animales) abandonados en épocas tan difíciles como el verano o poco después de Navidad. Así que si lo estás pensando, te animo a que contactes con la protectora, refugio, asociación o santuario que tengas más cerca de casa y les preguntes cómo debes hacer para ser casa de acogida.

Mi consejo es que desde el principio tengas claro que esta experiencia tiene un principio y un final y que, aunque le llenes de amor cada día, llegará el momento en que tengas que despedirte. Y no pasa nada. Todo estará bien. Tu labor como casa de acogida es ser la mejor mamineja o papinejo que ese conejito tendrá durante un tiempo para que luego pase a vivir su vida definitiva en otra casa. Eres el vínculo perfecto de amor entre una vida y otra.

Espero que esta información te haya servido, ¡compártela con alguien que creas que puede interesarle! Y no te olvides de seguirnos por las redes sociales: InstagramYoutubeFacebookTwitter. ¡Un besinejo y hasta la próxima!

¿Qué te ha parecido este post, te ha servido?

¡Haz clic en un corazoncito para puntuar!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 5

De momento no hay votos, ¡deja el tuyo y estrénalo!

Pin It on Pinterest